El cambio climático provocará un incremento de la escasez de agua. Es una de las múltiples alertas que recoge el informe “Los riesgos vinculados a los cambios climáticos y ambientales en la región mediterránea” que se presenta hoy día 10 de Octubre de 2019 en Barcelona. El trabajo ha sido llevado a cabo por 80 científicos (Medecc) por encargo de la Unión por el Mediterráneo, que celebra hoy su IV Foro Regional en la capital catalana.
El informe aborda la abundante y compleja sucesión fenómenos que desencadena el cambio climático.
Por ejemplo, el calentamiento y sus secuelas (sequías, menor disponibilidad de agua y más presión sobre los recursos hídricos) amenazan con agudizar los conflictos y agravar los riesgos de migraciones masivas en la cuenca del Mediterráneo.
El informe describe como un círculo vicioso cómo el calentamiento y la evapotranspiración -fruto de un clima más cálido- dejarán las plantas más secas; e intensificarán la necesidad de riego agrícola, lo que unido a otras demandas adicionales (para cubrir aumentos demográficos, urbanización…) agravarán esa escasez de recursos entre ellos el agua.
Para toda la región se pronostica una sensible disminución de la disponibilidad de agua dulce en las próximas década (cifrada entre el 2% y el 15%, para un alza de 2º C de temperatura). Es una de las tasas de descenso más fuertes a nivel mundial.
“Pobres en agua”, las sequías
Más de 250 millones de personas integrarán la población pobre en agua (menos 1.000 metros cúbicos de agua por habitante y año) que sufrirá su escasez dentro de 20 años. (Penuria que en el 2013 afectaba a 180 millones de personas).
Eso es así porque la duración de los períodos de sequía aumentarán de forma significativa, así como su duración e intensidad.
El informe ya detecta esa intensificación de las sequías desde 1950, y destaca especialmente la del período 2008-2011 en Oriente Medio.
En esta última, ha influido la ausencia de lluvias, los altos niveles de evapotranspiración vinculados al calentamiento y la demanda en alza de agua a causa del fuerte crecimiento demográfico. La temperatura media en el Oriente Medio ha aumentado 1 ºC entre 1931 y el 2008.
Se estima que un aumento de temperaturas de 2 ºC en la atmósfera a nivel mundial comportará un descenso de precipitaciones en verano de entre el 10% y el 15% en el noroeste de España, el sur de Francia y los Balcanes. La duración de los episodios de sequía podrían aumentar un 7% si la temperatura media aumentara un 1,5 ºC.
Los expertos consultados por la Unión por el Mediterráneo alertan de que se dan las condiciones de un efecto en cadena en el agravamiento de las condiciones de vida, incluido el potencial de que surjan nuevos conflictos, incluida la intensificación de las migraciones masivas.
Las poblaciones de las regiones semiáridas situadas en el Sur y el Este del Mediterráneo son las que están especialmente expuestas a sufrir la penuria de agua, incluso si el calentamiento se limita a 2 ºC. En Grecia y Turquía la disponibilidad de agua podría bajar por debajo de los 1000 metros cúbicos por habitante y año de aquí al 2030.
“La insuficiente disponibilidad de agua por habitante en el sudeste de España y de las costas del sur de Mediterráneo podría situarse por debajo de los 500 metros cúbicos por habitante y año, una situación de penuria de agua a la que se podría llegar en un futuro cercano”, añade el informe.
Sólo el calentamiento ya hará subir la demanda de agua para regadío
Se prevé que la demanda de agua para riego deberá aumentar entre el 4% y el 18% de aquí a finales de siglo solo (exclusivamente por un calentamiento de entre 2 ºC y 5 ºC respectivamente). Pero estas cifras podrían situarse entre un 22% y un 74% por el crecimiento demográfico y de la demanda.
La demanda de agua asociada la producción industrial deberán aumentar entre un 50% y un 10% de aquí al 2050 en los Balcanes y el Sur de Francia.
“El crecimiento demográfico proyectado, en particular en las zonas costeras de los países de este y del sur del Mediterráneo, así como la urbanización creciente comportan “no sólo una demanda de agua más elevada, sino también una degradación de la calidad del agua”.
El informe señala que la región del Mediterráneo está sufriendo niveles de calentamiento más intensos que los del conjunto del planeta.
Las consecuencias no sólo se aprecian en las carencias en la disponibilidad de agua, sino también en la pérdida de biodiversidad o la sobreexplotación de los recursos naturales y pesqueros.
Las temperaturas aumentaron 1,5 ºC, un 20% más que la media mundial
“En la región mediterránea, las temperaturas anuales medias son hoy aproximadamente 1,5 ºC superiores a las de la época preindustrial (1880-1899) y superiores a las de las tendencias mundiales en materia de calentamiento”, señala el informe en sus conclusiones. Esto significa que el calentamiento es un 20% más rápido que la media mundial.