En muchos hogares nos encontramos con filtros de agua, estos son generalmente a base de carbón activado y son ideales para tener agua limpia en toda la casa. Estos filtros ayudan a que el agua pase sin rastros de basura y en estos casos, la potabiliza dejándola apta para el consumo.
Con el paso del tiempo, el filtro sigue haciendo su función pero debemos preguntarnos algo: ¿A dónde se va todo eso que filtra? Pues la respuesta es, allí dentro. Esta acumulación de sucio hace que el agua deje de salir con la misma frecuencia y pierda su pureza. Todo esto se resume a la caducidad del filtro y los carbones.
¿Sabías que estos filtros tienen caducidad? Si no estabas enterado y deseas saber cuándo debes cambiarlo, quédate leyendo.
Función de un filtro de agua
Como te comentamos al inicio, estos filtros contienen carbón vegetal, utilizado para eliminar los contaminantes del agua. Existen varias maneras de filtrarla; puede ser atrapando los residuos por su tamaño o bien absorbiéndolo y acumulándolo en la superficie del filtro. Luego de que el agua pase por dicho proceso, se encuentra libre de basuras, pero lo más importante, libre de bacterias.
Cuando el filtro esta en óptimas condiciones, el agua queda perfectamente purificada y limpia. Con el paso de los meses, toda esa basura y contaminantes acumulados en su superficie y dentro del mismo empiezan a obstruir el paso de agua, haciendo que el mismo filtro ensucie el agua más de lo normal. Esto puede generar múltiples afecciones a la salud como infecciones por bacterias y disminuye la calidad y el gusto del agua.
Si deseas saber cuál es el mejor filtro para ti y tu hogar, puedes ir a este artículo donde encontrarás una comparativa sobre filtros purificadores de agua.
¿Cómo me doy cuenta que un filtro de agua está caducado?
Todos los filtros encontrados en el mercado disponen de una capacidad máxima, expresada en galones de agua, que puede filtrar óptimamente. Generalmente dicha información aparece impresa en la etiqueta del filtro y dependiendo el fabricante habrá variaciones. Lo más común es sustituir el filtro cada 6 meses como máximo. Otros aseguran que debe ser cambiado cada 3 meses, sin embargo, el rango se encuentra entre esas dos fechas.
Existen muchas formas para saber que ya es hora de ir cambiando nuestro filtro y aquí te diremos unas cuantas:
- El agua comienza a salir muy despacio: si tu filtro era rápido y ves que disminuye el flujo del agua, es sinónimo que hay mucha acumulación de basura dentro y que esta, está impidiendo que pase el agua limpia. Al encontrarse el agua con estas situaciones, puede contaminarse más de lo que ya venía, por lo que afectará gravemente su calidad.
- El sabor del agua: cuando el agua atraviesa una gran cantidad de sucio y mugre contenida dentro del filtro, adquiere el sabor del mismo. Al momento de adquirir el filtro y estar nuevo, el carbón dentro del mismo purifica el agua, haciendo que pierda sabores indeseables, incluso el del cloro. Si notas que tu agua tiene un gusto como a tierra u olor a agua estancada, debes considerar reemplazar tu filtro.
- Rastros de sucio en el agua: por ultimo esta es la definitiva. Cuando el filtro se llena de contaminantes, crea una superficie llena de basura y mugre, la cual se va con el agua que pasa por esta. Además de contaminar dos y hasta tres veces más el agua, hace que adquiera un aspecto turbio, nada apetecible y por supuesto, nada sano.
Consecuencias de usar un filtro de agua ya caducado
Además de las que ya te comentamos anteriormente, existen un par de consecuencias muy graves que pueden verse reflejadas si no cambias tu filtro de agua con la frecuencia necesaria. Como siempre, en Agua Salud te recomendamos que sigas las instrucciones del fabricante al pie de la letra y que así evites cualquier afección de salud.
Contaminantes dentro del agua
Cuando los contaminantes son absorbidos y posteriormente adheridos a las paredes del filtro, se hacen más difíciles de percibir al ojo humano. Mientras más se vaya usando el filtro, más capacidad de filtración va perdiendo, lo que genera una incapacidad para atrapar dichos contaminantes.
Si el filtro pierde la función de atrapar y adherir, los rastros de sucio y las bacterias, ambos se van al agua, siendo dos o tres veces mayor su presencia. Esta agua contaminada se va directamente a nuestra boca, originando en muchas ocasiones, malestares de salud y gastrointestinales.
Moho
Esto sucede cuando el filtro se usa en exceso o bien cuando no se usa. El moho nace en zonas húmedas y un filtro con agua es el hábitat ideal para este si no se limpia adecuadamente.
Cuando el filtro deja de funcionar, va creando una capa de sucio dentro del mismo. Esta se va al fondo y con la humedad puede comenzar a pudrirse; de allí puede aparecer y generarse el moho. Además de ser un foco importante de bacterias, le dará mal sabor y un olor nada agradable al agua.
Al ingerir agua contaminada por moho, es decir hongos y una gran cantidad de bacterias, nuestra salud se puede ver deteriorada, causando síntomas como: diarrea, vómitos o dolores de cabeza.
Ya sabiendo todo esto, te dejamos por aquí un artículo sobre el mejor purificador de agua, el cual te ayudará a tener agua limpia y potable, los 7 días de la semana en la comodidad de tu hogar, sin la molestia de usar filtros y pastillas de carbón vegetal.